por Aleyda Arellano

En memoria a mi mamá

Han pasado poco más de 7 meses de la pandemia y en un inicio pensábamos que esto era un invento, lo veíamos tan lejano, pero que pasa cuando te alcanza? Cuando te toca vivir la enfermedad y sobre todo, la pérdida de un ser querido? 

Han sido un cumulo de emociones, un sube y baja de sentimientos. Entre el dolor por la perdida, el miedo a seguir y finalmente la resignación acompañada de nuevas esperanzas, me puse a pensar en el balance de este año, lo bueno, lo malo y lo aprendido.

Sin dudas dentro de lo malo, la perdida de mi mamá y en el tema laboral la baja de proyectos, empezamos el año muy prometedor, con muchos proyectos y de repente todo se frenó y nos tocó hacer una pausa y replanteamos la forma de hacer las cosas, el como poder seguir la vida y el trabajo y poco a poco hemos ido encontrando la forma, el home office, la reactivación económica, el turismo y otros sectores que ya están activos y otros tantos que aun no. 

En el balance económico, muchos negocios no pudieron sobrevivir y otros tantos se han transformado y han emigrado a la tecnología digital. 

En cuanto al balance personal a pesar de todas las perdidas, ha sido un gran año, el poder pasar tiempo con mi familia, enseñarles a mis hijos a andar en bicicleta, hacer ejercicio, dejar el chupón, entre otras cosas. Empecé a leer otra vez, ver seminarios, escribir y demás.

Como dicen la vida es eso que pasa mientras hacemos planes, puedes sentirte muy cómodo, dominando cada aspecto de tu vida, pero de repente todo cambia y toca adaptarte y encontrarle otra vez el sentido a tu mundo, seguir buscando ser feliz con lo que tienes y luchar por lograr las metas a pesar de los cambios de dirección, los tropiezos y perdidas.

Mi reflexión es que la mayor cualidad de los seres humanos es ser resilientes, ya que siempre nos vamos a topar con situaciones dolorosas y adversas, pero tenemos 2 opciones, perdernos en el dolor y no superarlo o transformar el dolor en esa fuerza motora para seguir adelante y ser mejores en todos los aspectos.

Esta enfermedad es una realidad que llego para quedarse, no por que cambiemos de año mágicamente va a desaparecer, escuchamos tanto el “ya que se acabe el año”, “estoy cansado de estar encerrado”, “tengo planes pero mejor me espero a que estén mejor las cosas”, más bien tenemos que aprender a vivir con esto y no seguir deteniendo nuestra vida por el miedo a enfermarse o que no resulten los proyectos.

No sabemos que día será nuestro el ultimo día así que la invitación que te dejo es a hacer ese balance, que te ha dejado este año, cuales eran las metas que te propusiste y que te falta para lograrlas, no dejes que la incertidumbre no te deje avanzar.

Sal, viaja, goza, disfruta, emprende, aviéntate, ve siempre el lado positivo, al vaso medio lleno, pero vive aunque sea con miedo, pero vive, con cubrebocas y con gel antibacterial en la mano pero vive.