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Más del 95% de las empresas en México son proyectos de emprendimiento, micro empresas o pymes. Este tipo de empresas tienen muchos rasgos en común, uno de ellos es la falta de una estructura clara y que se respete. Generalmente el líder de la empresa comienza por realizar la mayoría de las operaciones, va sumando gente para apoyarlo en acciones específicas y la empresa crece en base a esfuerzos individuales, pero sin mucho orden. Es justo cuando quieren dar el salto al siguiente nivel donde se encuentran con serios problemas debido a que el descontrol comienza a dominar. La Estructura Organizacional SBC nos permite apoyar a las empresas en esa etapa donde la falta de orden e ideas claras en el organigrama comienzan a ser un problema y hace falta comenzar a pensar en el futuro. En base a nuestra experiencia podemos ayudar a dar forma a la estructura organizacional sin importar el tamaño o ramo de la empresa, perfilar los puestos para comenzar a buscar los elementos correctos y documentar claramente responsabilidades y alcances de los puestos para que cada ejecutivo que se una al equipo sepa exactamente que se espera de él y cuál es su lugar en la organización. Esto permite sentar bases para una institucionalización productiva.

En México más del 97% de las empresas registradas ante la ley son consideradas familiares, por su organigrama o por la forma en que se toman las decisiones. Una parte considerable del 3% restante comenzó como una empresa familiar antes de profesionalizarse. Lamentablemente esta característica, que en un inicio puede ser la razón de la supervivencia y éxito de la empresa, es también la razón más común de la desaparición de empresas familiares en sus primeros años, y todavía más marcada en una segunda o tercera generación. El Protocolo Familiar se crea para establecer las reglas del juego claras, que beneficien a la empresa, que la ayuden a lograr una institucionalización, que vayan sentando las bases para una sucesión sana y que no permitan que nadie esté por encima de la organización. Más de 50 protocolos familiares nos dan conocimiento de todo tipo de empresas, ramos y contextos.

Cada día existen más opciones y facilidades para comenzar un proyecto de emprendimiento. Las empresas que ya están arraigadas están comenzando a invertir mayores cantidades de su presupuesto a corregir errores y perfeccionar sus procesos. Solo aquellas empresas que sean más competitivas van a poder sobrevivir a la competencia del futuro. La pequeña empresa familiar o informal comienza con un líder que toma todas las decisiones y ayuda a crecer a la organización en base a sacrificios, el problema surge cuando a pesar del crecimiento las decisiones de la empresa siguen siendo centralizadas y sin nadie que pueda dar una opinión que pueda influenciar la resolución final. El Consejo de Administración es una herramienta que funciona para dar contrapeso a las decisiones del líder, más importante aun cuando se es Director General y Dueño al mismo tiempo. En base a la unión de un conjunto de ejecutivos o empresarios con capacidades y experiencias diferentes se logra crear un filtro que permitirá que las decisiones a futuro sean tomadas para el bien de la empresa y nunca en beneficio personal. Así mismo se logra aumentar la competitividad al existir una forma de medir los resultados del líder y fijando objetivos en conjunto con la visión de los integrantes del consejo.

La familia empresaria típica generalmente no está al tanto de lo que sucede en su empresa, algunos ni siquiera pueden describir el ramo u objetivo de la misma, y los que sí están involucrados tienden a opinar sobre todos los temas y tomar decisiones relevantes sin información pasando por encima de otros familiares y de ejecutivos directivos. La familia empresaria competitiva entiende su rol como parte vital de la organización, se informa sobre resultados y cambios periódicamente, respeta la jerarquía organizacional y funge como presión y consejo para el equipo directivo de la empresa. El Consejo Familiar permite a los integrantes de la familia conocer la actualidad y el futuro del patrimonio comunal, así como compartir sus conocimientos y experiencias en decisiones que pueden ser relevantes, es así como involucra a los futuros sucesores con la organización. Más que un simple accionista minoritario el consejero tiene la obligación de estar involucrado en temas relevantes para la empresa, su presente y su futuro.

La mayoría de los líderes de las empresas actuales se han hecho en base de trabajo duro y muchos sacrificios, es muy común encontrarse con directivos que fueron aprendiendo y se desarrollaron al modo que su empresa lo requería en su momento. También encontramos directivos que dejaron los estudios a un lado antes de tiempo o bien alcanzaron su máximo grado de estudios hace ya muchos años para después enfocarse a la operación de su empresa. El curso Desarrollo de Líderes Empresariales surge como una respuesta para resolver la necesidad de preparación de muchos líderes empresariales que no cuentan con el tiempo necesario para tomar un curso académico o que simplemente sienten que ya están por encima de algo así. Es un curso creado en casa, basado historias reales, que con ayuda de contenido multimedia de calidad y sesiones personalizadas “in house” permite preparar al empresario para los retos del futuro, enfocándose en aspectos prácticos y en la visión empresarial desde el punto de vista directivo.

Trabajando de la mano con cientos de empresas familiares nos dimos cuenta de una fuerte realidad: una empresa familiar altamente competitiva requiere del respaldo de una familia altamente competitiva para alcanzar sus objetivos. La creencia de que solo los involucrados directamente en la organización deben estar preparados pierde validez año con año al ver los casos de empresas familiares estables o en crecimiento que al verse en la necesidad de cambiar puestos directivos o de involucrar nuevos familiares terminaron por fracasar súbitamente. El Desarrollo de Líderes Familiares busca justamente preparar a la familia para estar a la altura de las necesidades que conlleva ser accionistas de una empresa multigeneracional y como poder aportar, ya sea desde un puesto ejecutivo o en una silla de consejero, a que la empresa continúe o retome un camino de crecimiento. Es un curso creado en casa, basado historias reales que permite preparar a la familia empresaria para los retos del futuro, enfocándose en aspectos prácticos y en la visión empresarial desde el punto de vista panorámico.