por Iván Solís
Ya son más de seis semanas desde que una gran parte de la población comenzó un cambio de vida que hoy nos tiene entre una mezcla de emociones agridulces y sentimientos encontrados. Entre paciencia, resiliencia y un poco de demencia, vamos avanzando hacia lo que nuestras autoridades y la comunidad científica mundial nos indica que va a suceder. Aún entre ellos hay escenarios y posibilidades tan diferentes que no permiten alejarnos ni un segundo de la incertidumbre. Agregamos a esto un país vecino que cedió a la presión de su propia gente y decidió reactivar su economía, entre críticas y algunos halagos, solo el tiempo nos dirá quien tomó las decisiones correctas. Hoy lo único que está en nuestro control es nuestra respuesta ante todo lo que sucede a nuestro alrededor, nuestra actitud ante lo bueno y malo, y nuestro plan para enfrentar lo que sea que esté por venir.
Esta cuarentena ha llevado al límite a muchos emprendedores y empresarios, llevándolos a situaciones que hace un par de meses hubieran sido catalogadas como imposibles, y hoy son una cotidianidad. Comenzando por la tan mencionada “comunicación a distancia” y posicionando el “home office” como un término que no tarda en entrar al diccionario de la RAE. De la misma manera, hoy vemos el servicio a domicilio como un tema necesario y las aplicaciones de entrega a domicilio se han vuelto cosa de todos los días, ya sea para hacer el “super”, un sin fin de comida rápida o productos en general. Que decir de todos aquellos que se enfocaron en redes sociales para comunicarse con sus clientes y encontrar nuevos mercados. Hoy tenemos más webinars, talleres y cursos en línea que nunca, la gran mayoría gratuitos. Finalmente, aquellos que ya habían invertido esfuerzos en estrategias de comercio electrónico se apoyaron por completo en esos canales. Incluso hubo quienes, a pesar de la incertidumbre, decidieron entrar desde cero a estos temas hace unas semanas y hoy ya cuentan con una plataforma bastante aceptable para llegar a la gente por este medio. Todos estos son ejemplos positivos de adaptabilidad a circunstancias y reacción ante eventos inesperados que se volvieron comunes. ¡Un aplauso!
Hay otro grupo selecto de innovadores, atrevidos y/o locos que no sintieron estos esfuerzos como suficientes y quisieron alejarse mucho más de la caja, tomando riesgos mucho más grandes, pero con la posibilidad de alcanzar resultados enormes también. Tal vez porque buscaban una verdadera diferenciación, tal vez su industria lo facilitaba, tal vez intentaban anticiparse a su competencia o simplemente habían estado esperando una oportunidad como esta para realizar un “salto de fé”. En este tipo de creatividad e implementación creo que hay mucho aprendizaje para nosotros los “mortales”.
- Una empresa de productos de belleza con más de 200 empleadas de tienda decidió convertirlas a todas en “influencers” para promover sus productos y mudarse a un canal de comercio electrónico casi orgánico. Hoy ha duplicado las ventas del primer trimestre en tan solo un mes y la industria en general ha tomado esta tendencia como una nueva tendencia para todos.
- Un gimnasio que tuvo que cerrar, por obvias razones, comenzó a poner en renta sus equipos de entrenamiento en base a una cuota por tiempo a definir. Lo que comenzó con elípticas y bicicletas estáticas después avanzó hacia mancuernas y todo tipo de accesorios para hacer ejercicio en casa.
- Diversos participantes de la industria restaurantera comenzaron a vender comidas y cenas a futuro a precios más bajos, utilizando el argumento de ayudar a soportar la crisis y convirtiendo al cliente en “accionista honorario” gracias a su apoyo.
- Marcas que entre sus servicios incluyen cursos de cocina o preparación de alimentos ahora migraron a una experiencia interactiva que incluye un kit físico de productos acompañado de una experiencia virtual. El ampliar esta experiencia permite que los clientes se sientan más “presentes” a pesar de la distancia.
- Empresas enfocadas a fiestas y eventos infantiles ahora pueden ser contratadas para realizar desfiles personalizados en colonias, fraccionamientos o comunidades privadas. Llevan un poco de felicidad a los pequeños, sin violar reglas de sana distancia.
- Una marca reconocida de envío de flores y regalos a domicilio comenzó a contratar personal extra los últimos días de marzo y a generar alianzas estratégicas con marcas locales donde se anticipaban problemas de demanda con la crisis. La apuesta era contraria a la recomendación de “cuidar” las finanzas y no hacer grandes apuestas. Hoy se preparan para un 10 de mayo que romperá récords en la industria.
- Algunas empresas de la industrias inmobiliaria han tomado plataformas como Zoom y Google Meets en conjunto con herramientas de video y realidad virtual para continuar sus procesos de ventas. Se han cerrado tratos sin siquiera pisar la propiedad fisicamente.
- DJs amateur alrededor del mundo cada noche realizan sesiones de su música por medio de plataformas de comunicación. Estas reuniones han alcanzado números de cientos de personas conectadas al mismo tiempo disfrutando de música, bailando desde sus casas y “conviviendo” en tiempo real con personas en otro lugar del planeta.
“Si no nos diseccionamos nosotros mismos, lo hará alguien más.” Steve Jobs
Lo que la mayoría de estos casos y otros cientos más tienen en común, es que no solamente optaron por mejorar lo que ya hacían, tomaron la decisión consiente de intentar ir más allá cambiando por completo la experiencia, transformando los procesos, entrando a nuevos mercados o incluso cambiando el modelo de negocio. Ese es el esfuerza extra que requiere una crisis de este tamaño si el objetivo no es solo sobrevivir, si no seguir creciendo o tomar oportunidades de las muchas que se han abierto y se abrirán. No necesariamente se necesita tener una de estas grandes ideas innovadoras para alcanzar este objetivo, pero si requiere salir de lo común, adentrarse en la zona desconocida y una vez estando ahí, correr con los ojos cerrados un poco más. Tampoco será sencillo, lo más seguro es que los primeros dos o tres intentos sean imperfectos, pero en el camino se encontrarán las soluciones. El esfuerzo se puede implementar hacia fuera, pero también hacia dentro de la organización mejorando cosas que teníamos abandonadas o que simplemente habíamos ignorado. Esos esfuerzos nos van a diferenciar de la competencia en una economía que se anticipa comenzará a ponerse más y más agresiva.
Nuestro rol de líderes ya sea de empresa, familia o grupo social, requiere más que nunca prepararnos para todo tipo de escenarios. Las circunstancias adversas hoy son la pandemia mundial. Si no era el COVID-19 iba a ser la crisis del petróleo. El año pasado fue el nuevo gobierno y un cambio en el liderazgo del país. El año siguiente puede ser una crisis de agua, la contaminación en exceso o la llegada (finalmente) de extraterrestres. Razones para temer, huir y destruir siempre sobrarán, está en nosotros encontrar las razones para soñar, crear y avanzar. ¿Será fácil? No lo será. ¿Es posible? Sin ninguna duda.
“Los problemas nunca acaban, solo cambian. No es algo malo, es solo la vida.” Phil Jackson