por Iván Solís
Sobra externar todo mi apoyo y solidaridad al respecto de lo que estamos viviendo. Es, sin duda, el mayor reto que a muchos nos ha tocado vivir y debemos de estar a la altura de las circunstancias para poder salir delante de esto, como comunidad empresarial, como país y como raza humana.
Del fenómeno Covid-19 ya no tenemos que mencionar nada, para estas instancias ya todos sabemos que es, de donde viene, sus riegos y las maneras de prevenirlo. Donde debemos seguir insistiendo es en tener cuidado de la información falsa o sin confirmación que hoy en día abunda en nuestras redes sociales. El miedo nos lleva al pánico, y el pánico al lado obscuro.
¿Qué hacer ante tanta incertidumbre? Lo que siempre hemos hecho, seguir avanzando, pero con cuidado. Detenernos no es opción, pero tampoco lo es tomar apuestas demasiado arriesgadas disfrazadas de grandes oportunidades. “Cash is King”, las cosas cambian en tiempo real, la información es dinero y debemos analizar cada decisión, pero también tomar decisiones.
Platicando con clientes, proveedores y compañeros, así como leyendo sobre perspectivas y tendencias, uno de los mensajes que más se repitió fue la planeación. Tener un plan para contener la crisis, pero también ir trabajando en el plan para lo que sucederá “después”. Esos dos escenarios requieren un plan de acción diferente y es nuestra labor cómo líderes (de empresa, de área o de equipo) dar certeza y elegir el camino. Lo que no podemos hacer es esperar “a ver que pasa” y no actuar, para cuando busquemos hacerlo ya será demasiado tarde.
Sigo escuchando constantemente la frase “Cuando todo esto pase” y conforme más la escucho menos me hace sentido. Si crees que en algún momento las cosas van a volver a la “normalidad”, no estás siendo observador. No solo es el tema de salud, si no todos los cambios que se han comenzado a gestar y que se quedarán arraigados, para bien y para mal. A esto sumaremos una economía mundial en crisis y consecuencias emocionales que todavía ni siquiera podemos entender. Sin miedo, no es la primera vez, ni será la última.
Las circunstancias nos obligan a reinventarnos, esta vez de verdad. Lo que voy a decir a continuación duele, pero el primer paso es aceptarlo: nuestra versión actual no será suficiente para lo que está por venir. Si queremos estar preparados para tiempos difíciles es más importante que nunca trabajar en nuestro crecimiento y desarrollo, profesional y personal. No todos tienen la oportunidad estos días de tener tiempo libre, si tienes esa oportunidad, no la desperdicies. Si no la tienes, búscala, explota tu creatividad.
Innovación, eficiencia y paciencia son algunas de las “nuevas” reglas del juego. Realmente no son nuevas, pero hasta ahora solo las usábamos para vernos bien en reuniones de trabajo o acompañados de unas cervezas intentando cambiar el mundo. Llegó la hora de la evolución. Adaptarse o morir (literal).
Ánimo, Éxito y Fuerza.