por Aleyda Arellano
Tal vez ha pasado ya mucho tiempo desde tu última entrevista laboral, estés por terminar tus estudios profesionales o acabas de salir de la universidad y te encuentras en la etapa de buscar tu primer trabajo. Sea cual sea tu situación este tema se vuelve clave en algún momento del proceso y más allá de sentir emoción por la gran oportunidad tendemos a verlo como un problema o obstáculo para lograr nuestro objetivo.
En primer lugar hay que preparar tu información curricular. En el caso de jóvenes recién egresados; puede que no tengas experiencia laboral, pero de igual manera menciona tu carrera profesional, los cursos y seminarios que hayas tomado, las actividades extracurriculares (por ejemplo si participaste en la mesa de estudiantes) y cualquier tipo de recomendación. En cualquier caso es importante mencionar si tienes conocimientos de algún software en especifico como Autocad, Compaq, Microsoft Office, etc. Muy importante incluir tus datos de contacto y fotografía, pero elige una en la que te veas profesional y asegúrate que sea actual. Recuerda que los reclutadores tienen que revisar decenas de CVs al día, es más fácil recordar una buena fotografía que solo un nombre.
“Tu CV es tu carta de presentación, púlete y busca darle un toque llamativo y no solo el clásico Word con letras Times New Roman, actualmente hay muchos ejemplos en internet y páginas que te ayudan a hacer tu cv de manera gratuita.”
Una vez listo el CV hay que compartirlo por medio de las diferentes bolsas de trabajo; OCC, LinkedIn, Bumeran, Computrabajo, entre otras. Asegúrate de que la información en todas las plataformas sea congruente entre si. En este punto es importante definir y mencionar cual es tu rango económico esperado, esto con la finalidad de filtrar las búsquedas tanto para ti como para los reclutadores. Es bueno ser ambicioso, pero también debemos ser realistas. Asegúrate que el crecimiento que estás buscando no se vuelva un impedimento para obtener oportunidades. Siempre es bueno estar abierto a negociación, no toda la evaluación de un proyecto se basa en la parte económica.
Si logramos ser llamados a una entrevista presencial significa que avanzamos los primeros filtros y hay algo en nuestra información que ha llamado la atención de la empresa o reclutador, no vas a una “venta” desde cero, hay intereses en común en este momento. En esta etapa la entrevista toma un peso importante, y tenemos que estar listos para lograr presentar la mejor versión de uno mismo sin importar el entrevistador o el estilo de entrevista.
Las siguientes sugerencias te ayudaran a aumentar posibilidades de entrevistas exitosas, presentar la mejor versión de ti mismo y, con un poco de suerte, alcanzar ese puesto que tanto deseas.
- Infórmate previamente del giro de la empresa. Busca su página web y/o platica con alguien que haya trabajado ahí previamente. Esto te ayudara a tener mas idea de las funciones y alcances de la posición, además de que hablará bien de ti en la entrevista.
- Llega puntual a la cita. Tal vez suena muy trillado, pero es la primera impresión. Si tienes oportunidad visita la empresa un día antes para que conozcas las distancias, tiempo y tráfico. Busca en internet la ubicación, lleva el teléfono y nombre de la persona contacto a la mano. Recuerda que llegar muy temprano también es ser impuntual. En muchas ocasiones la entrevista se retrasa por efecto dominó (el que llega tarde o se extiende en la entrevista afecta la agenda de todos los demás). También prepárate para una posible segunda entrevista sin previo aviso.
- Cuida tu imagen. Un pantalón negro de vestir y una blusa o camisa blanca funciona siempre. Cuida la higiene personal. Bien asead@ y peinad@, ropa limpia y planchada. En el caso de las mujeres se recomienda maquillaje natural, nada sobre cargado. Si llevas vestido cuida el largo y el escote, nada superá la elegancia y sofisticación. En el caso extraordinario de que tengas que llegar con uniforme de trabajo o ropa informal, asegúrate de avisar con anticipación.
- Saluda de mano con firmeza y seguridad. Contesta las preguntas del entrevistador directamente sin salir demasiado del tema. Habla de manera clara, recuerda dejar en la entrada la goma de mascar y sobre todo los miedos. No estás en un interrogatorio, ambos tienen algo que ganar, muéstrate como eres.
- Cuida tu lenguaje corporal. Recuerda que es una entrevista de trabajo, no una charla informal con tus amigos, dale la seriedad que se debe. Cuida tu postura y movimientos. Es válido pedir un vaso de agua o incluso ir al baño, solamente intenta que no estorbe en el flujo de la entrevista. Evita bostezar o dar señales de aburrimiento. Recuerda que 70% de la comunicación está en el lenguaje corporal.
- Haz preguntas. Pregunta sobre los horarios de trabajo, rango económico de la posición y tipo de prestaciones. Esta información te ayudara a tomar la mejor decisión en caso de tener varias propuestas y el poder elegir la que mejor te convenga. Indaga sobre la empresa, área en específico, proyectos actuales o formas de trabajo. Tu también estás conociendo a la empresa y debes de resolver todas tus dudas en la entrevista.
- Agradece la oportunidad. Despídete de mano y con contacto visual. Menciona que estas muy interesado en la posición (si este es el caso) y el porqué te gustaría formar parte de esta organización. Agrega que estás disponible para siguientes entrevistas de ser necesario o en caso de viajes es importante mencionarlo también.
- Sé paciente. Si te dieron una fecha de respuesta asegúrate de esperarla. En caso de que no exista la fecha o que se haya cumplido sin respuesta, espera unos días y busca a tu contacto directo. Es bueno mostrar interés en el seguimiento, pero no queremos vernos demasiado insistentes. Durante este tiempo sigue acudiendo a entrevistas y amplía tus opciones. Si la respuesta es negativa agradece y pide retroalimentación. Mantén las puertas abiertas para el futuro.
Cada entrevista es diferente. La única manera de sentirte más seguro es practicando; puedes hacerlo con alguna persona de confianza o asistiendo a varias entrevistas reales y entendiendo como funcionan. Recuerda que no son obstáculos si no oportunidades para alcanzar tu objetivo laboral. No hay nada que perder, pero si mucho por ganar.